viernes, 5 de noviembre de 2010

Historia de Malta

Fenicios, griegos, cartagineses y romanos
La llegada de los fenicios ocurrió en torno al año 1000 a. C., que bautizaron la isla principal Malat, que significa refugio seguro, que fue su base para el comercio y para las exploraciones a través del Mar Mediterráneo. En el 736 a. C., los griegos ocupan la isla convirtiéndola en la colonia de Melita, si bien su presencia es poco significativa haste el periodo helenístico.
Los fenicios habían establecido colonias también en la misma época en Chipre, este de Sicilia y norte de África. La razón de la ocupación no es solo comercial, es también estratégica con respecto a la potencia griega y Etrusca.
Las islas pasaron después al control de Cartago (en 400 a. C.) tras declararse las hostilidades con los Griegos. Malta ha asumido su papel de frontera entre otras dos grandes potencias cuando Alejandro Magno hace su aparición. En el 264 a. C. Roma se interesa por las islas y las conquista alrededor del 218 a. C. durante la Segunda Guerra Púnica. Las islas prosperaron bajo el dominio romano y durante ese tiempo fueron consideradas un municipium y un feodorata civitas. Muchos restos de la presencia romana aún existen, atestiguando la cercana relación entre los malteses y los romanos. Malta se convierte en un refugio seguro para la flota Romana en invierno que le permite actuar en el centro del Mediterráneo en todo tiempo. En el 60 dC, las islas fueron visitadas por San Pablo, que se dice en los Hechos de los Apóstoles que naufragó en las costas en lo que hoy se denomina la Bahía de San Pablo.

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